Consecuencias del distanciamiento entre amigos en la infancia
El contexto de emergencia sanitaria cuestiona las relaciones de amistad e incluso puede llegar a suprimirlas. Sin embargo, mantener estos vínculos, de forma virtual o presencial, resulta indispensable para la construcción del universo de la infancia.
Conocé más sobre el autor de la obra, Esteban Levin. > Biografía y obras
¿Por qué es importante para un niño o niña compartir tiempo con otros? Es así debido a que el tiempo compartido implica la capacidad de ubicarse fuera de sí, posición a partir de la cual se constituye aquello que es propio. Es un acto simbólico que permite abrir el horizonte de los infantes y desde él emerge la heterogeneidad de la experiencia infantil. Dicha experiencia es una construcción dada a partir del "nos-otros", del individuo independiente en combinación con aquello que es heredado y percibido.
La amistad se presenta como un acto de amor y afectividad. Permite que los chicos se sientan queridos por personas ajenas a la familia de origen y en esa sensación pueden experimentar lo propio y lo ajeno. En cierto sentido, el otro empieza a formar parte de uno no como una propiedad sino como una sensibilidad en devenir que se corresponde con aventuras y con el deseo de compartir.
Se puede decir que reunirse con el otro pasa a formar parte de la propia imagen personal pero solamente a través de la experiencia compartida. Esta unión se da a través de distintos encuentros, los cuales son limitados y se repiten en el tiempo. Se comporta tanto como posibilidad de salida del espacio y tiempo familiar como un deseo de afección y diversión compartida.
Por otra parte, la amistad en la niñez es estructurante de la subjetividad. Querer a alguien por fuera del círculo familiar remite a un placer arcaico que va de la mano con el desarrollo psicomotor del niño. Proporciona perspectiva, moldea la realidad y estructura el pensamiento.
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