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Un libro acerca del ocaso de la escuela moderna, de la escuela de la vigilancia, el silencio y el disciplinamiento; un libro acerca del ocaso de la escuela que conocíamos y de las posibilidades y los riesgos que el nuevo presente ofrece. En su enfoque, trata de verificar cómo funcionan los elemento que constituyeron históricamente la escuela y cuál es su destino probable.
Presenta cuatro capítulos en los que trata la situación de un aspecto central del proceso de escolarización moderna, siguiendo una estructura similar. En un primera parte se analiza la conformación de ese aspecto (las utopías en el capítulo I, la infancia en el capítulo II, la cuestón del saber escolar y la alianza escuela-familia en el capítulo III y la relación entre la escuela y el estado en el capítulo IV) y en la segunda parte se analiza el declive de la institución moderna en relación con el punto tratado.
Se trata de un libro provocativo, audaz y desafiante, en el que los educadores se ven reflejados no en una pueril esperanza de final feliz, sino en los problemas que plantea.
Capítulo I. Utopías a la carta
- La promesa de la pedagogía moderna
- Orden en todo
- El derrumbe de la pedagogía utópica
Capítulo II. El lento camino de la desinfantilización (o infantilización generalizada)
- ¿Qué fue de la infancia moderna?
- Adiós a la infancia
- Infancias desrealizadas
- ¿Fin de la infancia?
Capítulo III. La ruptura del monopolio del saber escolar
- El padre ha muerto!. (¡Viva el maestro!)
- Sentidos de la alianza escuela/familia
- El fin de la alianza
Capítulo IV. Desestatalización y reestatalización del sistema escolar
- La escuela como la razón de la corporación de los educadores
- La estatalización de la institución escolar
- El advenimiento de la obligatoriedad escolar
- Las promesas de la escuela
- El resquebrajamiento de los sistemas educativos
[..]Este libro apunta a desmontar, para su comprensión, la actual crisis de racionalidad de la institución escolar moderna. Es decir, el enfoque trata de verificar cómo funcionan los elementos que constituyeron históricamente las escuelas que conocíamos y cuál es su destino probable. Esto significa que se trata de una mirada más general y no de un análisis en relación con cada uno de los sujetos que intervienen en el proceso: esto implica que hablar del ocaso de la institución escolar que conocíamos no supone postular, necesariamente, la decadencia de todos los docentes, las familias y los alumnos que la protagonizan cotidianamente. Y es importante tener en cuenta esta cuestión durante la lectura del trabajo porque, a mi entender, queda en gran medida depositada en cierta astucia estratégica de estos sujetos la capacidad de aumentar las posibilidades y disminuir los riesgos del nuevo presente.
De todas maneras, este libro presenta una postura más bien confiada en lo que se ha dado en llamar el mundo digital, las computadoras, la realidad virtual, el cyberespacio, etcétera. Esta confianza no se basa en la idea de progreso humano indefinido (como si todo descubrimiento tecnológico fuera necesariamente un paso adelante desde el punto de vista ético), sino en las nuevas relaciones sociales que parecen estar ejerciéndose, algunas de las cuales son realmente amenazantes, pero otras tienden a generar una estimulante sensación de renovación que bien vale indagar. De cualquier manera, y como dice Fogwill, es muy difícil aportar algo nuevo sobre estos nuevos fenómenos: en esos discursos solamente habrá de descubrirse, simplemente, a un autor y a su propia situación; a lo que podríamos agregar que, cuando tengamos un conocimiento cabal de lo nuevo será porque, casi con certeza, lo nuevo se habrá tornado viejo.
En cuanto a las coordenadas témporoespaciales, éste es un libro que, rastreando la investigación producida en diferentes países del mundo, da cuenta del ocaso de la institución escolar moderna en tanto fenómeno occidental. Sin embargo, y tal vez por seguir la máxima pinta tu aldea, en las partes en las que resultaba necesario decidí ofrecer ejemplos argentinos y latinoamericanos. Es obvio que estas realidades son en buena medida diferentes a las de los sistemas educativos del denominado mundo desarrollado. A pesar de eso, este libro intenta advertir que así como la escuela que conocíamos constituyó un acontecimiento de carácter mundial (en Infancia y Poder se señalaba que una escuela amazónica mantenía idéntica configuración institucional que una escuela del centro de Londres), su declive también es generalizado por lo que es posible narrarlo desde cualquiera de los puntos que constituyen la trayectoria de su caída.
El libro presenta cuatro capítulos que guardan una estructura similar. En cada uno de ellos se trata la situación de algún aspecto central del proceso de escolarización moderna: en una primera parte se analiza la conformación de ese aspecto (las utopías en el capítulo I; la infancia, la adolescencia y el ser alumno en el capítulo II; la cuestión del saber escolar y la alianza escuela/familia en el capítulo III; y la relación entre la escuela y el Estado en el capítulo IV) y en la segunda parte se analiza el declive de la institución escolar moderna en relación con el punto tratado.
Sobre el final se plantean algunas preguntas usuales en relación con los desencantos y desafíos de la escuela actual, para intentar hilvanar un conjunto de enunciados que respondan, aunque provisoriamente, a nuestro tiempo de incertezas.
Quise también escribir, y espero sinceramente que la siguiente aclaración resulte redundante, un libro provocativo, que someta nuestra situación educativa a una sospecha interminable, pero que, sobre todo, sospeche de sí mismo, de sus propias argucias tácticas. Es por esto que preferí este estilo de ensayo, un poco más alejado de la posición cientificista de Infancia y Poder: creí indispensable abrir el texto, airearlo, dinamizarlo. De cualquier forma, espero que cualquier evaluador académico, cualquier comisión de pares a la que le toque sopesar este trabajo, se dé cuenta debida de la labor académica que hay detrás. Y si no, otra vez será.
Sea lo que fuere, éste es el fruto de mi trabajo en los últimos seis años.
Mariano Narodowski
Mariano Narodowski es licenciado en Pedagogía (CAECE). Magíster en Ciencias Sociales (FLACSO) y Doctor en Educación (UNICAMP, Brasil). Profesor de la Universidad Torcuato Di Tella.
Título: Después de clase
Subtítulo: Desencantos y desafíos de la escuela actual