Ideas que siguen su camino, papeles que vienen y van… Aunque pasan los años, algunos textos se resisten a un destino efímero y descansan en carpetas, folios, fotocopias. Llegó la hora de articular nuevos encuentros reuniendo en un tomo de la colección “0 a 5, la educación en los primeros años” una serie de escritos acerca de la lengua y la literatura publicados en diversos momentos y proyectos de Novedades Educativas. Se entrecruzan investigaciones, reflexiones y propuestas didácticas que coinciden en destacar la importancia que tiene el desarrollo del lenguaje en el trabajo con niños pequeños. Distintos caminos que llevan también a diferentes finalidades, donde el denominador común se resume en la necesidad de tener en cuenta el lenguaje y la literatura. Algunas miradas se centran en la relación entre aprendizaje de vocabulario y desarrollo cognitivo, otras en las posibilidades de comunicación que se abren, en la ampliación del mundo, el conocimiento, la fantasía, la alegría. Todas apuntan a revalorizar el diálogo, el intercambio, la escucha; a buscar espacios para la canción de cuna, el cuento, la lectura. Y a destacar el lugar de la escuela para proporcionar estas oportunidades en tiempos en los que no todos los niños las tienen. Celia Rosemberg da cuenta de cómo algunas estrategias docentes, en situaciones de lectura de cuentos en las escuelas infantiles, promueven la ampliación del vocabulario. Analizando interacciones de madres con sus niños y proponiéndolas para el jardín maternal, Analía Salsa y Olga Peralta describen intercambios tempranos donde se miran libros con imágenes, en los que surge un lenguaje más complejo y abstracto que el que utilizan los adultos en otras situaciones, y que promueve nuevos aprendizajes. Nuevamente Celia Rosemberg, acompañada por Alejandra Stein, invitan a pensar cómo los niños provenientes de hogares pobres, desarrollan habilidades lingüísticas y cognitivas tal vez diferentes –por las características culturales y de crianza- a las de niños de hogares de clase media, pero que no implican un pasaporte al fracaso escolar, sino un punto de partida para diseñar situaciones de enseñanza. La biblioteca de la sala puede ser una forma de acercar a los niños al gusto por la lectura y además, a tomar contacto con los diferentes formatos de libros, géneros literarios y a conocer el funcionamiento de una biblioteca. Gabriela Kadish narra el desarrollo del proyecto del que participaron con entusiasmo docentes y niños de las salas del jardín. En un contexto en que las familias tienen poco acceso a materiales escritos, Ana María Cabrera comparte la experiencia desarrollada con niños de cuatro y cinco años denominada Libros diversos, diversas lecturas; así, programando acciones coordinadas de lectura, invitan a las familias a acercarse al mundo de las palabra y los libros. La Sala Abierta de Lectura Infantil-Juvenil de la Biblioteca Popular Municipal de Tandil intenta acercar los libros a los niños generando y acompañando proyectos de lectura y escritura. Sus integrantes relatan aquí una propuesta para el jardín con “valijas viajeras”, mesas de libros, espacios de opinión y escritura de recomendaciones. Liliana Waidler invita a sus alumnos acercarse a los cuentos de Gustavo Roldan y por lo tanto, a explorar otros mundos, épocas y geografías. Los niños se entusiasman con los diversos personajes, investigan y hasta reciben una nota del autor. Las nanas, en esos primeros encuentros con el bebé, son fundamentales para la adquisición del lenguaje, en un intercambio en el que se comparten emociones y afectos y donde los pequeños comienzan a descubrir y descubrirse. Norka Guevara reflexiona sobre esta invitación a nombrar el mundo.