Desde hace algunas décadas asistimos a la emergencia de políticas de reformas educativas que se inscriben en la dinámica social, cultural, económica y tecnológica que vivimos de manera global. En ese marco, se generan regulaciones que intentan impactar en las instituciones escolares, el desarrollo curricular, el aprendizaje de los alumnos y, por cierto, en las prácticas de los docentes. Asimismo la legislación en el ámbito internacional y en la Argentina ha buscado extender la obligatoriedad escolar, lo que ha dado lugar a sistemas educativos más amplios que han requerido mayor cantidad de docentes. Estos últimos, a veces olvidados o dejados de lado, y otras veces tenidos en cuenta o considerados actores centrales, resultan ser protagonistas fundamentales de cualquier reforma. Y en esta línea se puede entender la preocupación por los docentes que se inician en la vida laboral, aquellos conocidos como “principiantes”. Así, alrededor de ellos se han generado investigaciones y también políticas y programas destinados específicamente a acompañarlos en los primeros años de desempeño en la enseñanza. La compilación realizada en este libro toma a los docentes principiantes como objeto de reflexión pero, a su vez, tiene la riqueza de contar con algunos de ellos como autores y, además, de incorporar en muchos de sus capítulos sus testimonios en primera persona, dando cuenta de sus preocupaciones, incertidumbres, ansiedades, miedos, esperanzas, críticas al sistema educativo y a la formación recibida. En ese sentido, los principiantes son también sujetos de reflexión y ofrecen una actualización de lo que significa iniciarse en la docencia en los comienzos de este nuevo siglo. El libro se organiza en tres partes. En la primera se presentan tres capítulos que intentan ofrecer un panorama actualizado sobre el tema central del libro. Los capítulos hacen referencia a resultados de investigaciones situadas, y recuperan aportes de estudios realizados en Argentina y en el ámbito internacional. Además, en ellos se establecen relaciones con las políticas públicas que se vienen generando en el país referidas especialmente a este grupo particular de docentes. En el primer capítulo, Menghini muestra avances de una investigación desarrollada en la esfera de la Universidad Nacional del Sur y destaca la necesidad de contextualizar las investigaciones sobre los docentes noveles, teniendo en cuenta distintas variables que los atraviesan como las temporales, espaciales, personales, propias de los sistemas educativos, entre otras. Además, revisa las principales regulaciones nacionales acerca de la formación continua y el desarrollo profesional y, en ese marco, las orientadas a los profesores principiantes. El trabajo también aporta interesantes datos empíricos acerca de las estrategias de formación continua y desarrollo profesional que emprenden estos docentes en sus primeros años de ejercicio laboral y presenta algunas conclusiones en términos de hipótesis investigativas. Juan Carlos Serra, por su parte, ofrece un interesante marco de los eventos nacionales e internacionales que se vienen realizando en torno a la problemática de los docentes noveles, en relación con los nuevos escenarios educativos, sociales, culturales y tecnológicos. El autor realiza un detalle de distintos tipos de estudios referidos a la formación docente inicial y continua y se aboca especialmente a aquellos que toman como objeto de estudio a los prinicipiantes. Considera a las experiencias de práctica y residencia como momento clave para la formación de los nuevos docentes, Asimismo, afirma que los principiantes están en mejores condiciones que los experimentados para enfrentarse a los nuevos contextos y desafíos, como son el uso de las tecnologías y la aceptación de los nuevos sujetos que asisten a la escuela con motivo de la obligatoriedad. En el tercer capítulo, Aiello y Menghini dan cuenta de información relevante acerca de cómo comienzan a insertarse laboralmente los profesores principiantes en el nivel secundario, fundamentalmente en la zona sur de la Provincia de Buenos Aires. Sobre la base de datos obtenidos a partir de una muestra mayoritariamente femenina de principiantes (80%), muestran que el 35% comienzan a trabajar en la docencia antes de obtener el título, y otro 37% lo hace en los primeros seis meses de graduado. También presentan información acerca de la cantidad de escuelas en que trabajan –73% entre una y cuatro escuelas, y el 12% entre nueve y doce escuelas–, así como las horas cátedra en las que trabajan –se destacan con el 30% los que tienen entre once y veinte horas), haciendo distinciones según la disciplina de formación. Los autores señalan que los resultados de la investigación ponen de manifiesto que los itinerarios que siguen los docentes noveles resultan ser absolutamente idiosincrásicos, en función de sus posibilidades, necesidades, intereses, situación individual y familiar, ciudades o pueblos y tipos de instituciones donde comienzan a trabajar. La primera parte se cierra con un texto de Aiello y Fernández Coria que también recoge las voces de los profesores principiantes, que permiten develar aquello que los actores experimentan como los mayores desafíos vinculados a los inicios en la docencia: el trabajo de enseñanza en al aula y las relaciones institucionales, con particular énfasis en la necesidad de acompañamiento y de orientación para resolver cuestiones de índole administrativa. La segunda parte del libro se compone de capítulos que hacen referencia a la inserción de los nuevos profesores en distintos contextos y tipos de instituciones, en consonancia con la necesidad de situar en tiempo y espacio las indagaciones sobre los inicios en la docencia. El primer aporte lo realizan Díaz y Menghini, que plantean la relación de los noveles con las instituciones como una situación de tensión o movimientos de encuentro y desencuentro. Destacan que en general las escuelas no cuentan con estrategias para recibir, contener y orientar a los nuevos docentes, y esto parecería ser más notorio –según los mismos docentes– en escuelas públicas. Esta situación provoca que los inicios laborales en general se realicen con importantes dosis de ansiedad y en un marco de cierta soledad. Instituciones –fundamentalmente los directivos– y profesores tienen expectativas mutuas, que no siempre son de fácil resolución, pero no se puede soslayar la importancia que tendrán las primeras experiencias para los principiantes, en términos de animar a recorrer la profesión o bien influir en el abandono de la misma. El capítulo hace mención también a las reacciones de los nuevos docentes ante situaciones críticas como observaciones de clases por parte de autoridades, orientaciones para planificar, llamados de atención relacionados con la presentación personal (vestimenta, tinturas, piercings). Un problema que atraviesa la práctica de docentes noveles –y también experimentados– es el trabajo con estudiantes discapacitados ‘integrados’ en escuelas secundarias comunes, básicamente porque se trata de experiencias nuevas, y para las cuales no se ha recibido formación. El trabajo de Díaz, Antonelli y Jiménez contrapone la mirada de estos dos grupos de docentes frente a estos nuevos escenarios, ante los cuales todos se sienten principiantes. El capítulo de Maribel Rodríguez es un aporte de índole autobiográfico. Como profesora principiante de filosofía, relata los sentimientos que genera el período que transcurre entre la obtención del título y el acceso al primer trabajo. Hace referencia a la tensión que genera –en términos de esperanzas y desencantos– la asistencia a los actos públicos donde se asignan horas cátedras a los docentes, así como el derrotero por las escuelas privadas ofreciendo su curriculum vitae y manteniendo entrevistas con directivos. Su testimonio resulta interesante en tanto logra expresar los obstáculos con los que se enfrentan los nuevos profesores para comenzar a trabajar y todo lo que se moviliza en ellos en estas circunstancias. Si bien los docentes principiantes comparten algunos problemas comunes, no se puede dejar de considerar como variable significativa el desempeño en el nivel para el cual se han formado. En este sentido, ser maestra de nivel inicial, de educación primaria o profesor de escuela secundaria conlleva particularidades que están ligadas a esos ámbitos, sus características funcionales y la estructura de los puestos de trabajo. El trabajo de Claudia Agüero recupera experiencias de maestras noveles en nivel primario y centra la mirada en cómo ellas construyen las propuestas didácticas y las herramientas de que se valen. Se hace evidente la fuerza prescriptiva de los diseños curriculares de la Provincia de Buenos Aires, el uso de publicaciones que presentan planificaciones, proyectos y actividades para los alumnos, y también el uso de textos escolares sin una evaluación previa de la orientación teórica o ideológica que contiene. El capítulo de Negrin y Bonino pone en tensión la categoría de ‘principiantes’, aplicada habitualmente a los docentes que se encuentran transitando los primeros cinco años de ejercicio profesional. Las autoras encuentran una particular inflexión de esta categoría, que se produce cuando los futuros profesores se incorporan al mercado laboral con anterioridad al juramento de rigor y a la posesión del título. El artículo da cuenta de algunas de las razones que conducen a esta inserción anticipada como así también del impacto que esta situación produce en el último tramo de la carrera universitaria. La última parte del libro está dedicada a distintos dispositivos utilizados en experiencias realizadas con principiantes. El taller, la tertulia, la indagación colectiva en el marco de una asociación gremial y la elaboración y puesta en escena de guiones teatrales se presentan como alternativas para revitalizar la reflexión sobre los inicios en la docencia. En el capítulo de Morales, Martínez y Menghini, se trata de una propuesta de encuentros realizados en forma conjunta con un Sindicato docente, a partir de preocupaciones compartidas con la institución formadora. En este caso, se trató de un espacio para favorecer la reflexión y compartir los problemas que interesaban a los principiantes, fundamentalmente a partir de lo que implica la obligatoriedad de la educación secundaria: las nuevas regulaciones académicas –tanto del Consejo Federal de Educación como propias de la Provincia de Buenos Aires–, la evaluación y acreditación de los estudiantes, las condiciones laborales, los desafíos en el uso de las netbooks, entre otros. Otro dispositivo potente resulta ser la tertulia, desarrollada en el marco de un evento académico y que reunió a principiantes y profesores experimentados para dialogar de manera horizontal acerca de los principales problemas que se encuentran en los inicios laborales. Bonino y Vuela fundamentan la metodología de trabajo y dan detalles de lo que se pudo lograr con ese formato particular de participación, que concluyó con una serie de propuestas para distintos actores del sistema educativo. Finalmente, Negrin y Arias analizan el valor de la escritura de guiones teatrales y su puesta en escena como herramienta innovadora para la puesta en tensión de las representaciones habituales acerca de los procesos de devenir profesores de escuela secundaria. Concebido como un aporte para formadores de docentes, directivos de escuelas, docentes coformadores y todas aquellas personas interesadas en la mejora de las prácticas de enseñanza, este libro compila reseñas de investigaciones, experiencias y estrategias innovadoras para reflexionar sobre un particular período en la vida profesional de los docentes. Ofrece diversos enfoques, puntos de vista y propuestas en torno a las primeras experiencias laborales de los enseñantes. La obra se enriquece con relatos de los principiantes, abordados desde talleres, tertulias, ficciones en los que se incluye también el humor como una forma de desdramatizar una etapa de tantas tensiones. Porque todos los docentes hemos sido principiantes, porque los hay en la actualidad y los seguirá habiendo, esta compilación reúne textos en los que participan educadores con varios años en la docencia y también aquellos que son los protagonistas y que le dan nombre a este libro: los principiantes. Raúl A. Menghini y Marta Negrin