
Grandes obras para pequeños artistas
Proyectos de arte integrados para nivel inicial (80)
- Autor:
- Editorial: Novedades Educativas
- Colección: 0a5, la educación en los primeros años (TOMO 80)
- Materias:
- ISBN: 978-987-538-286-2
- Páginas: 136
- Formato: 17 x 26 cm.
- Peso: 0.26 kg
- Disponibilidad: Disponible
Este libro acerca proyectos y situaciones ricas de aprendizaje para que alumnos, docentes y familias desarrollen las capacidades artísticas integrando diversos lenguajes artísticos y otras áreas de conocimiento.
En una primera sección se ofrecen los fundamentos que sustentan la obra, mientras que en la segunda parte se desarrollan ejemplos y programas de trabajo.
Se sugiere que el docente innove en sus paradigmas para pensar quién es el alumno y dónde reside su talento; qué hacer para desarrollarlo y cómo impulsar el arte en la escuela, la familia y la comunidad.
El lector podrá ir y venir por la obra, observando imágenes, revisando la bibliografía para ahondar en algún aspecto y, también, navegando en Internet para analizar las obras de arte citadas mientras escucha las obras musicales propuestas.
Prólogo
por Ana María Bressan
Introducción
Primera Parte. Artistas y proyectos
Capítulo 1
Pequeños artistas
Acerca de los contenidos y el ambiente
El sentido de la educación artística
Talento, aprendizaje y tiempo: un equilibrio inestable
Capítulo 2
Los proyectos: instrumentos para pensar en equipo
La integración como proyecto
Etapas en el diseño de proyectos
Segunda Parte. Los proyectos
Capítulo 3
Grandes obras para pequeños artistas
Capítulo 4
El arte sale del aula
Capítulo 5
Animales con mirada de artista
Capítulo 6
Luna y sol
Capítulo 7
La obra de arte: una escenografía posible
Escenografías para cuentos infantiles
Escenografías para ambientar actos escolares
Bailando candombes y murgas con Pedro Fígari
Personas y personajes
Capítulo 8
El tiempo y su representación
De viaje
Juegos de niños
EmbarcARTE
Capítulo 9
La familia
Capítulo 10
Flores
Apéndice
Grilla de observación
Graciela Heguy
Licenciada en Educación, especialista en Diseño de Proyectos (Universidad Nacional de Quilmes). Profesora superior de Música. Trabajó como docente de Educación Artística en todos los niveles educativos. Actualmente es formadora Montessori en las franjas etarias de 0 a 3, 3 a 6 y 6 a 12 años en el International Montessori Institute (IMI), para cursos virtuales y presenciales en la Universidad de Barcelona. Creadora de INNOVAR, centro de investigación y capacitación educativa. Autora de "La pedagogía Montessori, una posibilidad para todas las escuelas" (Novedades Educativas, 2019), "Educación musical en movimiento" (Novedades Educativas, 2015) y "Grandes obras para pequeños artistas" (Novedades Educativas, 2010), y de artículos en publicaciones de su especialidad.
Ver másDiseñar un proyecto se parece también al trabajo de un cocinero, que selecciona ingredientes, mezcla, corta, une e imagina la presentación de su plato, en una combinación con diversas posibilidades.
El arte, la cocina y el diseño de proyectos suponen creatividad, imaginación y pasión por la tarea en proporciones equivalentes y tienen algo en común: la capacidad de transformar e integrar materiales, contenidos.
Es por eso que aquí se propone:
transformar los contenidos educativos en situaciones ricas de aprendizaje que desarrollen la capacidad artística de alumnos, docentes y familias,
integrar, a través de proyectos, los diversos lenguajes artísticos y otras áreas de conocimiento, creando así un ambiente favorable para el arte,
recuperar el entusiasmo por enseñar y aprender,
pensar la sala de nivel inicial como un ambiente preparado por el docente, para ser disfrutado por quienes a ella asisten.
Se trata de una invitación a crear y a disfrutar del inagotable talento de los pequeños artistas.
Este trabajo está pensado en dos partes; una primera sección con los fundamentos teóricos que sustentan la obra, y una segunda parte con una serie de proyectos en cada uno de los cuales se hace hincapié en tres aspectos:
una breve descripción,
el desarrollo de los conceptos teóricos necesarios para llevarlo a cabo,
una somera programación que pone por escrito su desarrollo, los propósitos, las actividades que podrían realizarse, los recursos necesarios, las formas de evaluación o seguimiento, la manera de mostrar el proceso y los resultados.
En la segunda parte también encontrarán ejemplos, sugerencias, propuestas de trabajo. Todas han sido realizadas, aunque con variantes que fueron surgiendo a partir de los docentes que han participado en ellas, o de los mismos niños. Por eso algunas de ellas incluyen el testimonio de los chicos para dar cuenta de sus intereses y conclusiones.
No se ha querido concebir este trabajo como un recetario acabado de proyectos (ideas, materiales o técnicas). Entiendo que la escuela actual no necesita recetas para hacer, sino paradigmas para transformar. Es decir, volver a pensar quién es el alumno, dónde reside su talento, qué hacer para desarrollarlo, cómo impulsar el arte en la escuela, la familia, la comunidad; pensar como equipo el para qué de la escuela y los cómo.
El lector podrá ir y venir por esta obra, espiando fotos, revisando la bibliografía para poder ahondar en algún aspecto, metiéndose en Internet para ver obras de arte de algún artista citado en ella, escuchando las obras musicales propuestas.
La intención es ayudar a desinstalar formas impuestas, modos de hacer rutinarios y repetitivos y una función docente concebida no como reproductiva sino como creativa.
Cuando Graciela me pidió que prologara su libro (siendo yo una profesora de matemática), no entendí por qué, más que por el afecto que nos tenemos.
Luego lo leí con atención y encontré que compartimos muchas ideas acerca de la enseñanza en la escuela, ella del arte y yo de la matemática.
No piensen que para mí fue un buscar la matemática en sus proyectos de arte o que ella haya buscado el arte de la matemática en su texto no nos hemos propuesto eso aunque quede, quizás, como tarea pendiente de un trabajo integrador.
Lo que sí encontré fue una serie de ideas acerca de la enseñanza del arte en la escuela que comparto desde mi enfoque de lo que debería ser la enseñanza de la matemática hoy.
Siendo el arte una actividad humana (como también lo es la matemática), todos estamos llamados a él de alguna forma y esto lo desarrolla bien Graciela Heguy al diferenciar la tarea de ser Artista con mayúscula y hacer que todo alumno tenga algún tipo de experiencia artística.
Tengamos en cuenta que explorar los secretos de la naturaleza es una pasión de todos los hombres, sólo que elegimos formas diferentes de investigación. Así entonces el arte, como la matemática, son formas de investigar e interpretar la realidad y actuar sobre ella para comprenderla, respetarla o transformarla, si fuera necesario.
La autora menciona que se necesita un ambiente en la escuela que propicie lo hasta aquí expresado. Esto es, un clima compatible que favorezca la concentración, la participación, la comunicación, la reflexión, tan importantes para el proceso de creación como para el de aprendizaje. Y la selección de situaciones en contextos que, a la vez de motivar, muevan al alumno a recuperar lo que sabe, integrar sus saberes y crear nuevas miradas de lo que se le presenta. Es decir, un ambiente que permita que los alumnos actúen sobre la realidad directa o recreada por el docente, organizándola desde una mirada original, distinta, nueva para ellos.
Todo proyecto es un problema complejo, tanto para el docente que lo debe planificar, como para los alumnos que lo han de desarrollar. Dado en un ambiente como el descripto, su riqueza radica en que favorece el desarrollo de habilidades metodológicas relativas a las disciplinas que intervienen en él, más que la apropiación de un saber determinado. Además, pensado como trabajo en equipo, reúne otras cualidades importantes, tales como favorecer la interacción, la cooperación, la aceptación del otro, la comunicación.
En este trabajo se ejemplifican propuestas variadas de proyectos para el nivel inicial que favorecen la experiencia plástica, musical, verbal y corporal y la creación e invención de imágenes y textos (pensamientos) con lenguajes variados que las interpreten, pensándose un amplio lugar para la intuición, la imaginación, el insight, la estética, y también la ética.
¿No son estas condiciones necesarias para aprender el arte tanto como las matemáticas?
Agradezco poder confirmar una vez más, a través del texto de Graciela, que el aprendizaje del arte y la matemática tienen mucho más puntos en común de los que se suele pensar.
Ana María Bressan